Será que ya huele a verano. Serán las inminentes vacaciones. Serán las ganas de despojarse de chaquetas y zapatos cerrados. Serán las ansias de viajar lejos, pero nada nos apetece más ahora mismo que cerrar los ojos, echarnos unas gotas del nuevo perfume A Drop d'Issey Eau de Parfum Fraîche de Issey Miyake y viajar lejos. Muy lejos. A otros países. A otros continentes. A otras culturas donde reine la naturaleza salvaje, lo verde, el agua y la libertad. Es decir, ahí donde podamos ser nosotras mismas en el sentido más puro de la palabra.
Nada nos apetece más que alejarnos de la vida real, de los titulares alarmistas y del estrés diario. Hasta que podamos hacerlo físicamente, lo haremos mentalmente gracias al viaje olfativo que Ane Ayo, perfumista de Firmenich y creadora de A Drop, ha imaginado para esta nueva fragancia. El paseo nos lleva a una selva frondosa y fresca en la que minúsculas gotas de lluvia fresca -muy similares al frasco que encapsula el perfume de Issey Miyake - resbalan por las hojas verdes y llegan a nuestra piel. Esa gota nos despierta y, al abrir los ojos, ya no estamos en casa: estamos en plena naturaleza.
Actúa, dicen, como potenciador sensorial, despertando la naturaleza a su paso. Y despertando nuestra mejor parte, aquella que nos dice que la ambición no debe ser complacer a los demás - u oler bien para terceros - sino a una misma. El objetivo del viaje sensorial y sanador que promueve Issey Miyake a través de A Drop d'Issey Eau de Parfum Fraîche es lograr sentirnos bien, fuertes y alegres.
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